Una de las preguntas más comunes sobre los patinetes eléctricos es su utilización. Normalmente la primera vez que se utiliza surgen impulsos naturales para equilibrarse, aunque debes tener en cuenta que el patín eléctrico intentará hacerlo por ti. Cuando veas que esto sucede, tu confianza empezará a crecer y te sentirás más seguro sin miedo a tener un accidente.
Al conducir este tipo de patineta eléctrica sin manillar la confianza se volverá en tu mejor amiga. Ya que en el momento que te sientas inseguro comenzarán los movimientos descontrolados. Por este motivo, es importante que confíes en ti y en tus movimientos en todo momento. Cuando tengas esto controlado, el patinete eléctrico parecerá una extensión de tu cuerpo.
Para subirte al patín eléctrico solo tienes que subir un pié y rápidamente el otro. Coloca tu pie en la almohadilla de goma y flexiona tus rodillas un poco. En ese momento el patinete eléctrico empezará a hacer más de 100 mediciones por segundo (dependiendo del modelo) sobre la presión ejercida en la almohadilla. De esta forma, el patinete eléctrico empezará a equilibrar el conjunto usuario-patin.
A partir de aquí ya podrás comenzar a circular. Inclinate hacia delante con los dos pies para circular de forma frontal, haz presión en un lateral para girar hacia ese lado y pon los pies en posición horizontal para quedarte estático.
Es importante que el usuario no mueva la cadera y que se mantenga lo más rígido posible inclinando todo el cuerpo para darle instrucciones al patinete eléctrico. Así al inclinar el cuerpo se desplaza el centro de masas en esa dirección. El patín eléctrico detectará la mayor presión en las almohadillas y lo traducirá en movimiento de sus ruedas en esa dirección.
